Fuerzas ucranianas han puesto en marcha una operación militar a gran escala contra los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, horas después de que terminó un alto al fuego.
Bases rebeldes y enclaves de los combatientes separatistas estaban bajo el ataque de los aviones y la artillería, indicaron funcionarios del gobierno de Kiev.
El alto el fuego de 10 días terminó el lunes por la noche, luego que el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, consideró que «elementos criminales» habían frustrado la posibilidad de paz, a pesar de un pedido internacional para prolongar la tregua.
El presidente del Parlamento de Ucrania, Oleksander Turchynov señaló a los parlamentarios este martes: «Les puedo informar que en la mañana se renovó la fase activa de la operación antiterrorista».
«Nuestras fuerzas armadas están llevando a cabo ataques en bases y puestos de control de los terroristas», añadió. Poroshenko, quien apareció en la televisión la noche del lunes, adelantó que las tropas ucranianas iban atacar posiciones rebeldes para liberar el este de Ucrania, donde milicias prorrusas se levantaron en armas en pleno desafío al gobierno de Kiev. Poroshenko junto con el presidente ruso, Vladimir Putin, el mandatario francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, se comunicaron ayer en una teleconferencia con lo cual se abrió la esperanza de que la tregua sería renovada.
En la ciudad de Kramatorsk cuatro personas han muerto y cinco han resultado heridas después de que el ejército ucraniano abriera fuego contra un autobús de línea, según denuncias de las fuerzas prorrusas.
En las redes sociales han aparecido videos en los que, según sus autores, se aprecian las consecuencias de los ataques que el ejército ucraniano lanzó este martes.
Por su parte, las fuerzas de autodefensas, como identifica la prensa rusa a los rebeldes separatistas, afirman haber derribado un caza del ejército ucraniano cerca de la localidad Snezhnoe.
