Muerte de niño migrante en Texas

Autoridades revelaron imágenes de la ropa que portaba el pequeño de 11 años, quien viajó solo hasta EU para ayudar económicamente a su madre
La madre de un niño guatemalteco cuyo cadáver fue encontrado en el desierto a kilómetro y medio (una milla) de la frontera sur de Texas dijo el martes que le suplicó que no emprendiera ese peligroso viaje desde su humilde casa en la sierra de los Cuchumatanes.
Pero Cipriana Juárez Díaz, enferma y postrada en su cama, señaló que su hijo Gilberto le dijo que quería ganar dinero para ayudarla.
«Yo le dije ‘mijo, mejor no te vayas, que todo lo que tengo es por vos»’, recordó la mujer el martes en una entrevista con un reportero local, mientras que agregó que le puso un rosario blanco cuando se fue. «Ya está muerto mi hijo. Estoy pensando en lo que el sufrió».
Gilberto Francisco Ramos Juárez apareció muerto hace unas dos semanas con el rosario aún puesto y el número telefónico de su hermano en Chicago garabateado dentro de la hebilla de su cinturón.
Estaba solo en el desierto a menos de kilómetro y medio de la casa más cercana, dijo un jefe de la policía del sur de Texas el lunes. Al parecer se perdió en su camino rumbo al norte y posiblemente murió por las inclemencias del tiempo. Se le realizó una autopsia sin encontrar señales de traumatismos.
Tenía 11 años, según su acta de nacimiento.
Aunque cientos de inmigrantes mueren cruzando la frontera cada año, el descubrimiento del cadáver en descomposición de Gilberto en el Valle de Río Grande el 15 de junio subraya los peligros que enfrentan los menores de edad que viajan sin compañía de adultos en un momento en el que el gobierno trata de lidiar con cifras nunca antes vistas de menores de edad que llegan ilegalmente al país.
El jefe de policía del condado de Hidalgo, Eddie Guerra, dijo que es el primer menor de edad muerto que ha encontrado su oficina desde que asumió el puesto en abril.
Más de 52.000 menores de edad que viajan solos han sido detenidos al ingresar ilegalmente a Estados Unidos desde octubre, llevando a lo que el presidente Barack Obama ha calificado como una «situación humanitaria urgente». El lunes Obama le pidió al Congreso más dinero y autoridad adicional para lidiar con el gran aumento de menores migrantes, la mayoría de Centroamérica. Obama quiere flexibilidad para acelerar las deportaciones de los menores y 2.000 millones de dólares para contratar más jueces migratorios y abrir más centros de detención.
El número de inmigrantes menores de edad que viajan sin adultos detenidos en la frontera ha ido en aumento en los últimos tres años pues escapan de la violencia de las pandillas en Honduras, Guatemala y El Salvador. También han corrido rumores, infundados, de que los menores que viajan solos y padres que viajan con sus hijos serán liberados por las autoridades y se les permitirá seguir con su viaje, según cuentan los menores y sus padres.
Muchos de los menores terminan por entregarse al primer oficial con el que se topan, por lo que Guerra dijo que era raro encontrar a un menor en esta zona remota, cerca de La Joya, a unos 32 kilómetros (20 milla) al oeste de McAllen. A veces los coyotes, o traficantes de personas, dejan a la gente si no pueden continuar el viaje; otras veces un grupo se separa cuando llegan las autoridades.
Cerca de 445 inmigrantes murieron en la frontera entre México y Estados Unidos el año pasado, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza.
La oficina forense del condado de Pima, en Arizona, que es la que registra el mayor número de inmigrantes muertos, contó 168 muertos, de esos se pudo confirmar la edad de 70 y ninguno era menor de 13 años.