Activistas alertan por tácticas policíacas durante Mundial

Policías antimotines cercaron una plaza el martes cerca del Fan Fest de la FIFA en el centro de Sao Paulo donde un grupo de abogados y académicos se había reunido para debatir lo que describieron como detención ilegal de manifestantes el 23 de junio, dijeron testigos el miércoles.

El martes, la policía brasileña disparó balas de goma contra unos 300 activistas y los roció con gas pimienta, en un despliegue de fuerza para tratar de garantizar un Mundial sin sobresaltos que algunos consideran excesivo.

«Nunca había visto algo igual. Cuando hay ‘black blocs’ uno espera ese tipo de violencia policial, pero no para un debate académico», dijo Esther Solano, una profesora universitaria, aludiendo a un grupo violento que protesta usando máscaras negras.

Solano dijo que la tensión fue creciendo y algunas personas comenzaron a gritar a la policía, que respondió deteniendo a dos abogados, disparando balas de goma contra el grupo y rociándolos con gases lacrimógenos. Según el diario Folha de S. Paulo, las fuerzas de seguridad usaron gas pimienta contra periodistas.

La policía militar de la ciudad dijo el miércoles en un comunicado que la «confusión» empezó cuando un grupo de unas 50 personas «iniciaron la violencia contra la policía» , impidiendo que inspeccionaran la mochila de uno de los activistas.

Los gases lacrimógenos y balas de goma fueron usados para garantizar la seguridad de la policía, dijo el comunicado. Cinco personas fueron detenidas.

La represión policial contra estudiantes en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, fue el detonador de un movimiento de protesta que movilizó más de un millón de personas en todo el país.

El temor del Gobierno de que una nueva ola de protestas pudiera afectar el Mundial demostró no tener fundamentos. Sólo ocurrieron pequeñas manifestaciones en lo que va del torneo de un mes de duración que termina el 13 de julio.

La mayor protesta, que reunió a unas 600 personas, ocurrió en Sao Paulo antes de la apertura del Mundial el 12 de junio. Las fuerzas de seguridad usaron bombas de aturdimiento para dispersar a los manifestantes, hiriendo a algunos periodistas extranjeros.

Un representante de Human Rights Watch dijo que el grupo con base en Nueva York estaba todavía documentando los «numerosos abusos aparentemente cometidos el martes».

El grupo emitió el martes una declaración pidiendo que sean investigadas acusaciones de que la policía plantó evidencia de actividad criminal para inculpar a dos de los manifestantes que fueron arrestados el 23 de junio.