Presidente de Uruguay arremetió contra dirigentes de la FIFA

El Presidente de Uruguay, José Mujica, definió este lunes a los dirigentes de la FIFA como «una manga de viejos hijos de puta» luego de la eliminación de Uruguay y mostró su molestia por la sanción «fascista» que impusieron a Luis Suárez durante el Mundial de Brasil.
El mandatario se expresó así en el aeropuerto internacional de Carrasco, en Montevideo, mientras esperaba el arribo del equipo uruguayo, eliminado el pasado sábado tras caer por 2-0 ante Colombia en Octavos de Final. Según se pudo ver en unas imágenes grabadas y emitidas por la televisión pública, un periodista que viajó con la Celeste desde Brasil preguntó al mandatario qué significó para él este Mundial, y allí, fiel a su estilo directo y campechano, el veterano ex guerrillero tupamaro lanzó el duro exabrupto.
«Que en la FIFA son una manga de viejos hijos de puta», dijo, antes de taparse la boca en un gesto jocoso y con media sonrisa dibujada en el rostro. Inmediatamente, el periodista preguntó a Mujica si podía difundir estas imágenes, a lo que el mandatario respondió indiferente con un escueto «publícalo… por mí…».
La Senadora y esposa de Mujica, Lucía Topolansky, que se encontraba a su lado, señaló también con una sonrisa que se adhería a las palabras del Presidente.
Luis Suárez fue sancionado el pasado jueves por la FIFA con nueve partidos internacionales de inhabilitación, cuatro meses alejado del futbol, y una importante multa económica, además de ser expulsado inmediatamente del campeonato por haber mordido al defensor italiano Giorgio Chiellini en un encuentro que se saldó con la victoria de Uruguay por 1-0 y la eliminación de los europeos del campeonato.
Esa sanción despertó la ira de todo Uruguay, que reaccionó apoyando a Suárez y cargando contra la FIFA como un organismo corrupto, manipulador y solo interesado en defender los intereses de los poderosos.
Mujica ya calificó esta sanción durante la pasada semana como un hecho que quedará «en la peor memoria de la historia del futbol» como una «eterna vergüenza», que se aplicó con «truculencia» y que constituyó una «agresión» a «todo un país».