Cobro enmascarado el trabajo doméstico
En el 2011, cuando el salario mínimo era menor a los 53 pesos, leí un artículo de Ileana Moreno Ramírez, que en su calidad de becaria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pretendía no sólo reivindicar el salario que reciben sobre todo las trabajadoras domésticas en México, sino también; la opción voluntaria de quienes las contratan para inscribirlas al rubro de la seguridad social –a ellas e incluso a sus familiares.
¿Por qué me atrapó Moreno? Por su cita introductoria, no hay duda.
“Recuerdo que una tarde, como oyera un leve ruido en el cuarto vecino al mío, pregunté en voz alta: “¿Quién anda por ahí?”. Y la voz de una criada recién llegada de su pueblo contestó: “No es nadie señor, soy yo” de Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad.
Luego en su investigación, la becaria Moreno dejaba en claro que el salario que recibían las trabajadoras domésticas, violentaba incluso el Artículo 123 constitucional, pues con la paga que recibían –y aún muchas reciben–, no pueden ni siquiera cubrir de manera digna sus necesidades alimenticias, mucho menos a las de otra índole, aún cuando se marcan en la Constitución Mexicana.
Pero ahora, el aseguramiento al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de las trabajadoras domésticas, no será más voluntario por parte de los llamados patrones, éstos tendrán, de acuerdo a la nueva legislación otorgarles seguridad social e imagino que muchas otras prestaciones más.
Pero no nos confundamos. Todo parte del proyecto por incorporar a todos quienes tienen una actividad económica aún en la informalidad, al sector formal de la economía. Porque seguro entonces, los empleadores o llamados patrones, también solicitarán a quienes contraten para realizar las tareas de sus casas u oficinas, les expidan un recibo de honorarios, mismo que se pueda presentar ante el órgano recaudador y de igual forma entonces, los y las trabajadoras domésticas, tendrán que tributar al fisco.
Parece que la reforma fiscal va por todos. No importa que se aduzcan derechos humanos y condiciones dignas de trabajo para recaudar igual, de los más desposeídos. De esos que se ven en el espejo y no ven nada, porque les han hecho creer que no valen nada. Empleadores y gobernantes.
Acta Divina…Las personas que se desempeñan en labores de limpieza, elaboración de alimentos y demás tareas domésticas deberán quedar inscritas, obligatoriamente, en el IMSS, según publicó el organismo en el Diario Oficial de la Federación. Lo anterior conforme al acuerdo relativo a la autorización del pago bimestral de las cuotas a cargo del patrón persona física por el aseguramiento de los trabajadores domésticos.
Para advertir…Las trabajadoras domésticas nunca han sido menos. Sólo hay quienes en ellas depositan su propia pequeñez.