¿Es el proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Cuidad de México un asunto de individualismo o colectivismo
social?. Es indispensable advertir que sus presentadores y defensores han señalado que se trata de la auténtica obra arquitectónica que conectará a México con el exterior de una manera audaz y proyectando al país como una real potencia en muchos terrenos. Mas me resisto a pensar que pueda existir en nuestro país, una construcción arquitectónica a manera de ciudad funcional que pueda con toda su magnificencia ocultar la verdadera realidad del país, incluso para no ir más lejos, en rezago arquitectónico.
Pensar en obras opulentas, no está mal. ¿Pero en dónde se encuentra en este asunto la congruencia?
Esperar que el país crezca erigiendo mega suburbios inaccesibles para el grueso de los mexicanos; es como detonar polos de desarrollo internacionales en donde quienes los sustenten sean los dueños del capital y quienes los trabajen sean los empleados de raquíticos salarios para quienes tales ciudades, jamás serán disfrutables.
¿Por qué no detonar primero el desarrollo en viviendas dignas para los mexicanos y no más a través de esos grupos arquitectónicos corruptos con el poder: que construyen viviendas irreales en espacio físico y punta de cultivo de descomposición social?
Hay familias o grupos de las mismas, que llegan a habitar en casas de interés social, en espacios no mayores a 36 metros cuadrados y en una retícula exterior que se convierte en una vecindad de problemas potenciales.
Qué decir de la infraestructura carretera –no de grandes autopistas–, para conectar pequeñas localidades, o de las obras viales en las megalópolis de México que no van más allá de un grotesco bacheo con chapopote.
Y por supuesto. Todos, absolutamente todos debemos de pagar la mega obra con la que el presidente Enrique Peña Nieto y tal vez como ellos calculan –los sucesores del ahora secretario de Hacienda, Luis Videgaray desde la casa presidencial–, pasarán al individualismo de la historia.
Ya nos cobran y cobrarán a muchos más con su programa de no más informalidad, impuestos para destinar una parte al grandioso aeropuerto; emblema de un país que oculte las miserias de millones.
Acta Divina… Baumgartner empresa en desarrollos arquitectónicos interiores, encargado del proyecto ciudad del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, advirtió: “Estamos justo en el proceso de iniciar más a detalle nuestra parte, pero la idea es que queremos generar, de alguna manera el reto de los interiores es un proyecto que tiene una fuerza de diseño muy interesante y que posiblemente el reto es pensar en cómo lograr que los interiores no compitan con la arquitectura, sino que al contrario ayuden a exponenciarla más”
Para advertir… Ojalá el experto en interiores no cantinflea al construir como lo hace al hablar.